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¿Ya sabes que van a llegar? Esos granitos traicioneros que aparecen justo antes de tu periodo y se quedan de invitados durante toda la regla. No eres tú, es la caída de progesterona que hace que tu piel se vuelva un campo de batalla.

El timing es todo para prevenir el caos

La clave está en adelantarte a la tormenta hormonal. Una semana antes de tu periodo, tu piel ya está preparándose para el drama. Es el momento perfecto para ser súper gentle con tu rutina pero estratégica.

Empieza a usar ácido mandélico suave todos los días. Es como el primo cool del ácido glicólico, pero mucho más considerado con tu piel sensible. Te ayuda a regular la renovación celular sin irritarte cuando ya estás más susceptible.

Tratamientos que funcionan cuando más los necesitas

Durante tu periodo, tu piel está pidiendo a gritos comfort y healing, no tratamientos agresivos. Aquí es donde brillan los nuevos ingredientes como el clascoterone, que bloquea esas hormonas revoltosas directamente en tu piel sin afectar todo tu sistema.

Para esos granitos activos, el ácido azelaico es tu mejor amigo. Es súper soothing, reduce la inflamación y además previene esas manchitas oscuras que a veces quedan después. Perfecto para estos días cuando tu cuerpo ya está lidiando con suficiente inflamación.

Tu plan de acción hormonal

Para prevenir: Una semana antes, introduce ácido mandélico por las noches y mantén todo súper hidratado.

Durante tu periodo: Cambia a tratamientos más gentle como ácido azelaico. Nada de exfoliantes agresivos.

Para emergencias: Los geles con óxido nítrico son lo más nuevo y funcionan increíble para calmar la inflamación rápidamente.

Considera hormonas: Si esto es un tema recurrente, habla con tu doc sobre spironolactona o anticonceptivos. Son mucho más efectivos que andar tomando antibióticos constantemente.

Rest mode: Tu piel necesita extra mimo estos días. Mascarillas hidratantes, compresas tibias, todo lo que sea comfort para tu rostro.

Recuerda, no estás loca por tener granitos cíclicos. Es súper normal y totalmente tratable cuando sabes trabajar con tus hormonas, no contra ellas.

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